domingo, 15 de mayo de 2011

Mr. Nixon, de Ezra Pound

En el fastuoso camarote de su yate de vapor
Mr. Nixon me aconsejó amablemente avanzar con menos
peligros de retraso. "Plantéese
en serio el hacer críticas.

Yo era tan pobre como usted;
cuando empecé me dieron, desde luego,
adelantos de derechos, cincuenta la primera vez", dijo Mr. Nixon;
"Hágame caso y consiga una columna,
aunque tenga que trabajar sin cobrar.

Críticas cobistas. De cincuenta a trescientos
subí en un año y medio;
el hueso más duro que tuve que roer
fue el Dr. Dundas.

Nunca mencioné a nadie sino con la intención
de vender mis propias obras.
Le doy un buen consejo, pues la literatura
no le da a nadie una sinecura.

Y nadie reconoce, a simple vista, una obra maestra.
Y deje el verso, muchacho,
que de él no se saca nada."

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Lo mismo me advirtió una vez un amigo de Blougram:
no des coces contra el aguijón,
admite opiniones. Los de "los noventa" intentaron ese mismo juego
y perdieron, no lleva a ninguna parte.

Ezra Pound. "Personae. Los poemas breves". Traducción de Jesús Munárriz y Jenaro Talens. Ed. Hiperíón.